Ingredientes:
Dos patatas
Aceite de oliva
Tres dientes de ajo
Un trozo de pan cateto
Una cucharada de pimentón dulce
Orégano
Unos granos de pimienta
Sal
Vinagre de vino
Comenzamos pelando y cortando las patatas en rodajas gorditas. Las freímos en aceite de oliva sin llegar a tostarlas. Las apartamos de la sartén.
Retiramos la mayoría del aceite de oliva y freímos los dientes de ajo. Hacemos un "majaíllo" en el mortero con los dientes de ajo fritos, el pan cateto empapado con agua y los granos de pimienta. Y un poquito de tomillo.
En la sartén echamos la cucharada de pimentón dulce y le damos unos segundos con la cuchara. Debemos evitar que se nos queme ya que amargaria nuestro plato.
Añadimos las patatas, un poco de sal, el orégano, el "majaíllo" y un poco de agua. Dejamos hervir hasta que se consuma el caldo.
Cuando estén listas, apartamos y les ponemos un buen chorrete de vinagre de vino. Es muy importante que el vinagre no hierva. Lo agregaremos al final y con un par de movimientos lo ligaremos a nuestra salsa.
Un resultado espectacular...